Recordando momentos de mi amistad con Fernando González Rey
Resumen
Conocí a Fernando González Rey en el verano del 1987 durante el Congreso Interamericano de Psicología (CIP) celebrado en la Habana, Cuba. Él fungía como Presidente del Congreso y yo ocupaba la posición de Tesorero de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP). En el 1983 el CIP se celebró en Quito. Lourdes García Averasturi, Jefa del Grupo Nacional de Psicología de la Salud del Ministerio de Salud Pública de Cuba, presentó una propuesta para celebrar el congreso en Cuba. Su propuesta fue motivo de mucha discusión, debate y controversia, en parte por las restricciones de los viajes a Cuba por el gobierno de los Estados Unidos. No fue hasta el CIP en el 1985 celebrado en Caracas, Venezuela que la Junta Directiva de la SIP avaló la celebración del CIP en la Habana que luego Fernando presidió. Dicho Congreso fue el primero celebrado en la Habana.
El CIP del 1987 fue sumamente exitoso. Primero se demostró que era posible hacer congresos en la Habana. Muy a pesar de las restricciones del gobierno norteamericano para viajar a Cuba, un buen contingente de participantes de los Estados Unidos y del resto de América Latina asistió y participó activamente. También, el congreso fue un éxito económico. Durante el congreso se dieron incidentes interesantes. Nunca olvidaré cuando la Secretaria General de la SIP, Dra. Ana Isabel Álvarez, trajo a mi atención una colega que solicitaba enérgicamente que se le diera audiencia con el Comandante en Jefe, Fidel Castro. Ella insistiendo que tenía la solución para el conflicto centro americano referente a las situaciones en Nicaragua y El Salvador. Junto a la Secretaria General, acompañamos a la colega a reunirse con el Presidente del Congreso, es decir Fernando. Cuando le indicamos su petición de querer una audiencia con Fidel Castro, porque la colega planteaba tener la solución para resolver el conflicto. Nos dijo: “Muy bien, yo me encargo de esto”, e invitó a la colega a dialogar sobre el asunto. A mi entender, él logró atender el reclamo de la persona elevando sus sugerencias a las autoridades correspondiente manejando una situación difícil con respeto, cortesía y dignidad.