Comentario sobre el libro “Disertaciones, proyectos y tesis en Psicología y otras disciplinas: Desafío y estrategias para afrontarlo” de Irma Serrano-García, Lorna D. Torres López y Soélix M. Rodríguez Medina.
Resumen
Quisiera comenzar esta reseña con un agradecimiento a las autoras. En primer lugar, por la invitación que me extienden para reseñar su más reciente libro. En segundo lugar, por esta aportación tan importante para la educación universitaria en términos generales, pero más específicamente para el adiestramiento en Psicología en Puerto Rico. Este trabajo minucioso evidencia, una vez más, su inquebrantable compromiso con el quehacer psicológico en el País y por ello les estoy eternamente agradecido.
Mientras leía este libro y pensaba en la encomienda de reflexionar sobre él desde mi perspectiva como investigador, no podía sacarme de la cabeza el libro de Arcadio Díaz Quiñones “El Arte de Bregar” (2003). Y es que, según él, bregar es y cito: “un difuso método sin alarde para navegar la vida cotidiana, donde todo es tremendamente precario, cambiante o violento” (pg. 20). “Bregar quiere decir actuar, trabajar con habilidad y experiencia, cumplir con las expectativas…Cuando alguien brega bien, encuentra el camino, ordena las reglas de juego, restablece una atmosfera de confianza, mitiga el caos, el revolú” (pg. 21). Me preguntaba entonces, ¿qué es hacer investigación en nuestro contexto puertorriqueño, si no es estar en un constante estado de brega? Cuando no es enfrentarse a la usual falta de recursos e infraestructura, es enfrentarse a la apatía institucional, que relega el trabajo investigativo a algo que se hace “por el lao’”, en el tiempo libre y si se puede. Es la violencia de tener que competir (casi siempre en desventaja) en propuestas para fondos en EEUU para subsistir. Es enfrentar el rechazo de tu artículo por enésima ocasión en X o Y revista arbitrada. Es sobrevivir la sobrecarga académica de cursos / supervisiones / comités / servicio / investigaciones / disertaciones, y un largo etcétera que en la mayor parte de las ocasiones no es remunerado. Es terminar de limpiar aquella base de datos para poder, por fin, correr los análisis faltan. Es entonces que a veces, cuando se brega bien, llegan esos momentos cuando aceptan la ponencia, publican el manuscrito o te dan la propuesta. Entonces, se reordenan las reglas del juego, se mitiga el caos, el revolú, y se recargan las energías para enfrentar el próximo desafío en este maratón de entender cómo podemos vivir de la mejor manera posible.