Comentario sobre el libro: Psicólogos Destacados
Resumen
John F. Kennedy dijo: “Siempre hay que encontrar el tiempo para agradecer a las personas que hacen una diferencia en nuestras vidas”. Es por eso, que la psicología puertorriqueña tiene una deuda de gratitud con los colegas doctores: Alfonso Martínez Taboas, Irma Roca de Torres, Frances Boulon Jiménez y Nery-Jo Fernández Ortiz.
En nuestra sociedad actual donde se busca lo instantáneo, donde esperamos respuestas inmediatas para cada pregunta y soluciones al momento para los problemas, estos colegas tomaron de su tiempo para obtener información, analizarla transmitirla sobre la vida personal y profesional de 30 psicólogos puertorriqueños.
Como buenos investigadores siguieron una metodología objetiva, tomando como base para seleccionar a los 4 parámetros adicionales:
- Haber sido recipiente del Premio una Vida de Logros, otorgado la Asociación de Psicología de Puerto Rico.
- Haber sido Presidente de la Asociación de Psicología de Puerto Rico y tener una trayectoria reconocida de investigación u publicación.
- Haber sido recipiente del Premio Psicólogo del Año y tener una trayectoria reconocida de investigación y publicación.
- Ser reconocido a nivel internacional por sus investigaciones y publicaciones.
El libro constituye un elemento histórico sobre el desarrollo de la Psicología en Puerto Rico, dentro de una generación conocida como los Baby Boomers. Éstos se enfocaron en realizar una carrera universitaria, la cual sirvió para convertirse en grupo a nivel profesional. En muchos casos siendo la primera generación dentro de su familia en obtener una preparación universitaria.
Este grupo de psicólogos crearon historia, porque fueron un factor influyente en la creación de los diversos programas a nivel de bachillerato, maestría y doctorado en psicología que existen actualmente. Igualmente, influyeron en el desarrollo de una ley para reglamentar la práctica de la psicología (Ley96), crear una Junta Reglamentadora y un Código de Ética para la presentación de servicios, siendo miembros de la Junta gran parte de estos, mantener y fortalecer la Asociación de Psicología de Puerto Rico, creada por el Dr. Efraín Sánchez Hidalgo, quien fuera mentor de algunos, participando en diversos puestos directivos dentro de la Asociación. Obraron también, creando política pública, divulgando los postulados y aspectos relacionados a la psicología a través de los medios de comunicación, desarrollo de investigación que ha servido como base para conocer más sobre la conducta del puertorriqueño, desarrollo de instrumento de medición psicológica adaptados a la población puertorriqueña, estableciendo centros de servicios psicológicos y programas de ayuda para la población, rompiendo con los estereotipos establecidos sobre la labor del psicólogo en la prestación y dirección de servicios de salud mental y dando a conocer la psicología a nivel internacional.
Cada uno de estos compañeros psicólogos impactaron con sus ejecutorias a cientos de alumnos y miles de personas que recibieron servicios de ayuda, logrando que la vida de los mismos pudiera transformarse dentro de unos parámetros de mayor estabilidad emocional y familiar, transformando industrias y compañías para una mejor capacidad organizacional con repercusiones positivas hacia la gerencia y los empleados. Al efecto, la contribución de estos provee un desarrollo de una visión de un ser humano complejo con componentes psicoemocionales e históricos únicos.
A los psicólogos de esta generación y los futuros psicólogos les lanzo un reto para que hagan parte de su formación profesional este libro y le sirva de modelo de referencia en su vida profesional, emulando los logros, los retos, obstáculos y la capacidad de crear una visión profesional enmarcada en unos principios de responsabilidad, honestidad y compromiso. Queda mucho por hacer. La labor del psicólogo se hace cada día más relevante dentro de una sociedad dominada por violencia, la ausencia de valores de respeto y dignidad hacia el ser humano y la perdida de solidaridad como grupo, donde se fomenta el individualismo y la competencia por obtener lo que se quiere, sin sentido de responsabilidad social. Los psicólogos debemos aspirar a trabajar en el desarrollo de un Puerto Rico donde se elimine la discriminación por sexo, grupo étnico y socioeconómico donde tengamos mejores oportunidades de vida dentro de un ambiente de paz individual y colectiva, y se mantengan unos niveles de preparación académica y profesional sostenidos por unos parámetros de excelencia; sin devaluar los mismos por intereses económicos o profesiones de otra índole, manteniendo la imagen del psicólogo como un ente de ayuda y superación para la población impactada.
Debemos enfrentar los retos de un mundo dominado por la tecnología de las comunicaciones e informática, sin perder de perspectiva la esencia del ser humano. Continuar con el desarrollo de propuesta y trabajos de investigación, actualizando los conocimientos científicos de la profesión. Promover un frente de lucha para el desarrollo de mejores condiciones de empleo y sueldo ante la tendencia de restricción de servicios y honorarios establecidos por las aseguradoras de salud. Revisar la Ley 96, establecida en el 1983, adaptándola a la situación actual de la psicología en Puerto Rico, y finalmente continuar unidos como ente profesional para garantizar una mejor calidad de servicios y funciones de los psicólogos en nuestro país.